domingo, 21 de septiembre de 2008

Curioseando...

Hoy no hay mucho que contar. Me he pasado el día estudiando, en parte porque no hay ganas de salir y en parte porque hoy está cayendo todo lo que no cayó ayer. Me he pasado el día estudiando japonés, que buena falta me hacía, y no tengo nada que contaros. ¿Sabéis lo que significa eso?

¡Exacto! ¡Es día de curiosidades!

Empezaremos por una chorradilla que aún no os he enseñado: el sitio donde vivo.

Aquí podéis ver el sitio por fuera. Cuando entras no hay llave, sino una cerradura electrónica con contraseña. Cuando la metes puedes entrar a un zapatero donde te cambias los zapatos de calle por unas zapatillas que me ha dejado el dueño del edificio.


Aquí podéis ver el salón (con tele, manga, libros y sofases) y la cocina donde, de vez en cuando, ceno. De desayunar, ni hablar.

Subiendo al segundo piso (lo que en España sería el primero, porque aquí el piso 1 es la planta baja) se llega a mi cuarto.

No es muy grande, pero para lo que lo uso (cuartel general para planes de conquista mundial y esas cosas) me vale. Ah, y aquí una vista de mi fabulosa antena de internet totalmente legal, convenientemente protegida contra las inclemencias del tiempo.


Otra cosa: Ya os he contado que aquí los animales e insectos campan a sus anchas, sin que nadie los moleste, ¿verdad? Os quedará claro cuando veáis esto:

Es un avispero, a 10 metros de la entrada de mi casa, frente a una manzana de casas, a la altura del brazo y a la vista. ¿Os imagináis cuánto duraría una cosa así en España? Yo os lo diré: un milipiedrosegundo, o sea, el tiempo mínimo necesario para lanzar una piedra. Relacionado con esto, el otro día estaba yendo a clase tan tranquilo, en el metro, leyendo los apuntes, cuando me veo algo raro en el pie. Miro y...

“¡Un bicho!”, diréis. Creo que es una chicharra, pero no me hagáis mucho caso. Bueno, pues se pasó pegada a mi pie todo el rato. Cuando llegué a mi estación, estuve andando como 5 minutos con el pobre animalito colgando, hasta que salí a la calle y lo dejé junto a un árbol. Lo dicho, que los animales de Japón son un reflejo de los japoneses: confiados hasta el final.

Para finalizar por hoy, una muestra de la moda japonesa. A este elemento lo cazamos en Kamakura, mientras descansábamos los pies tras la comida. No digo nada, que la foto lo dice todo. Nos vemos mañana.


Humor: Pues la mar de contento, para qué engañarnos. Una canción: el tema de “Saw”.

5 comentarios:

Groo dijo...

Madre mía, si encuentras un Chrono Trigger en buen estado y barato (o un FFVII) compramelo POR DIOS!!!!

PD: Frikismos fuera, la tienda esa tiene una pintaza increíble.

José Antonio dijo...

En la foto de la antena, ¿os habéis fijado en la minifurgoneta que aparece de fondo? Es cachondísima, está como encogida. Pensaba que sólo aparecían así en los anime, ¡¡pero resulta que existen!!

Anónimo dijo...

menuda casaza, que asco de bichos por la calle, y comprate unas katiusacas para la lluvia. Besitos....

Maestro Vecino dijo...

Estado: recien aterrizado del Oceanografico Valenciano.

Informe de operaciones: la misión de reconocimiento dió frutos. El Carcharias taurus (tiburón toro)da un perfil proximo al idoneo para nuestros fines.

Conclusión: las modificaciones geneticas necesarias para implantarles subfusiles de asalto en los ojos comenzaran en breve.

Fin de informe

Hail Sssbbusbia!!!

Unknown dijo...

vaya palacete, palacete de romero