miércoles, 5 de noviembre de 2008

Nihao, bonjour, guten tag...

Un nuevo día, una nueva clase. Un nuevo miércoles, una nueva clase con la profesora aburrida. En fin, al menos no hemos pasado mucho rato con ella, porque a media mañana nos ha tocado una de esas cosas que trastocan la monotonía.

Resulta que hoy nos hemos juntado con otra clase, una de chinos y coreanos, para hablar con ellos sobre (adivinadlo) nuestros respectivos países. La idea era llevar fotos y cosas así para enseñar. Hemos llegado, nos han repartido en grupos, y nos hemos puesto a hablar. ¿Lo malo? Tenemos un nivel cutrísimo, así que no podíamos decir mucho. ¿Lo bueno? El nivel de la mayoría de ellos no era mucho mejor, así que usaban palabras fáciles, lo que no quiere decir mucho, porque aunque un coreano puede hablar japonés con cierta facilidad, para un chino es dificilísimo. La razón es que el chino tiene una barbaridad de sonidos diferentes, y aún así hay muchos sonidos del japonés que no saben hacer, por lo que el acento que les sale es rarísimo... Vale, voy a decirlo: ¿Quién iba a pensar que un español, un alemán o un francés pueden pronunciar el japonés más fácilmente que un chino?

Por la tarde hemos tenido una reunión en el centro para organizar la salida a Shimane: saldremos el viernes por la mañana y volveremos el domingo por la tarde, justo a tiempo para ir a la recepción de los Reyes de España que vienen a visitarnos. Sí, a nosotros, los vulcanianos. ¿Qué otra razón podrían tener Juanca y Sofi para venir a Japón? No se me ocurre ninguna...

Humor: Sentimientos encontrados. Un pájaro: El fénix.

No hay comentarios: