sábado, 1 de noviembre de 2008

Oshiete, Fuan-sensei, oshiete

Hoy me he pasado el día en casa, estudiando. Y durmiendo. Madre mía, cómo lo necesitaba. En fin, tras un día aburrido, nada mejor que una colección de curiosidades.

Hoy, y porque tras dos meses comiendo arroz ya tengo algo de morriña, vamos a dedicar el post a España. Puede que ya lo sepáis, pero para mí ha sido una sorpresa descubrir lo mucho que saben los japos de mi país. En serio, es algo parecido a lo que sabemos nosotros de Japón. Pregúntale a un español cualquiera sobre Japón, y te dirá cosas como arroz, té, sushi, templos, la torre de Tokyo, el tren bala, Akihito... Si le preguntas a un japonés sobre España, te dirá cosas como paella, sangría, sevillanas, Gaudí o Rafa Nadal, pero hay algo que siempre te dirán antes que todo eso: fútbol. En serio, para ellos, España es el país del fútbol. Nunca lo había visto así, supongo que porque es algo que yo veo todos los días y estoy acostumbrado, pero cualquier japonesito al que le interese España lo más mínimo se sabe el nombre y tres apellidos de toda la selección española.

El otro día, sin ir más lejos, me encontré con mi segundo borracho parlanchín. Por suerte esta vez tenía dos ventajas: ya sabía algo de japonés, y no estaba sólo. Entre Hannes y yo nos pusimos a hablar con él; no mucho, claro, porque entre el pedal que llevaba y que hablaba en japonés (lógicamente), pues como que no se le entendía mucho. Además, el hombre no dejaba de tocarnos la cara todo el rato, y apestaba tantísimo a alcohol que una de las veces tuve que echarle para atrás porque me estaban dando arcadas. Hannes, que por ser alemán controla un poco más que yo, me dijo que le olió tres clases diferentes de alcohol: sake, algo hecho con ciruelas, y otra cosa indeterminada. Del resto no sé nada, pero el olor a sake era tan fuerte que mareaba. En fin, a lo que iba: cocido como iba, repetía las preguntas una y otra vez, y llegó a preguntarme sobre Ramos (¿Sergio? ¿Juande? Cualquiera sabe) unas cuatro veces, hasta que por fin se bajó en su estación y le perdimos de vista.

Pero el fútbol no es lo único que conocen de nosotros. Desde que estoy en la escuela nueva, casi siempre vamos a comer a un restaurante de bentou, y el otro día le echamos un vistazo a los condimentos que tienen en la cocina. Nos quedamos un poco sorprendidos por ver esto, pero caramba, no es para tanto. Yo haría lo mismo.


Y quien habla de comida, tiene que hablar de los restaurantes, porque hay varios restaurantes españoles repartidos por Tokyo. De cuando en cuando nos encontramos algo como esto, en Kamakura, normal en sitios donde hay turistas.


Pero de vez en cuando, es inevitable encontrarse con perlas como ésta, en mitad de Tokyo. Cuando lo vimos nos pusimos a sacarle fotos todos, de ridículo que era, y de tanto flash, salió un tipo de dentro, que nos dijo que él mismo lo había hecho. Pues hijo, es para sentirte orgulloso...


Por hoy ya es bastante. Mañana me voy con unos amigos a Hakone, un pueblo al oeste de Tokyo que parece ser que tiene unas vistas preciosas. Volveré por la noche, así que ya os contaré.

Humor: ¿Por qué los viajes tienen que empezar por la mañana? ¡Yo quiero dormir! Un invento: el nesquik.

1 comentario:

Miriam dijo...

Viva la ciudad de España!
xD