domingo, 28 de diciembre de 2008

Regalo de Navidad, segunda parte

Bueno, como ya dije, estos días me estoy dedicando a arrasar en todas las tiendas de juegos de segunda mano de Akiba. Ayer hice un tour con Miki, Cheng y Mauricio, y encontré algunas otras joyas que pasaron a formar parte de mi colección. La verdad es que me he gastado más dinero del que tenía pensado, pero visto lo visto, creo que ha merecido la pena. Al fin y al cabo, no es mucha la gente que puede decir que se ha comprado la Sega Saturn y unos 75 juegos por menos de 25000 yenes. Y entre los juegos hay auténticas piezas de coleccionista: todos los Shining Force (incluidos los 3 escenarios del Shining Force 3, que llegan a las centenas de euros en eBay y que yo encontré por menos de 4000Y), el juego de Segata Sanshiro, el Dragon Force, el Burning Rangers, el Nights into Dreams, los Sakura Taisen... Y otros que ni siquiera son de Saturn, como los Shenmue o el Space Channel 5. Y esta tarde me he encontrado con la pistola de la Saturn por 300Y. Nada, lo dicho, que hemos triunfado. Cheng ha encontrado algunos juegos de Play que llevaba tiempo buscando, Mauricio se ha comprado la Neo-Geo junto con algunos juegos, y Miki... bueno, Miki ha vaciado la estantería de Saturn de varias tiendas. Sí, vale, yo he ayudado, pero ese chaval se lleva la palma: ayer nos pasamos por el Book Off dos veces, y las dos veces salió con una cesta llena de juegos.

Sí, ya lo sé: ¿Para qué diantres queremos tantos juegos? Bueno, no puedo hablar por Miki, pero lo que es yo, pienso estudiar japonés con ellos. El inglés que sé lo he aprendido gracias a los videojuegos, y el japonés no va a ser diferente. Claro, la pega es que aprenderé palabras como "hechizo" o "patada voladora" antes que "lavandería" o "ministerio", pero todo llegará. Y mi método es mucho más divertido.

En fin, ahora que ya tengo todo lo que buscaba, voy a relajarme y a gastar sólo lo justo. Conociéndome, no me será difícil. Ah, por cierto, ya tengo entrada para el Museo Ghibli: iremos el día 4, y hemos tenido suerte, porque estaba todo lleno hasta ese día, y el 6 tenemos que irnos a nuestras respectivas compañías. Hasta entonces seguiremos haciendo cosas por aquí, os mantendré informados.

Por cierto, Emilio ha encontrado esta tarde un bug en las máquinas expendedoras de los tickets del metro. Necesitaba decirlo.

Humor: No quiero dormir. Palabras mágicas: Jumon.

jueves, 25 de diciembre de 2008

25 de Diciembre...

...fun, fun, fun.

Bueno, ya es oficialmente Navidad. Y, como en Navidad, se hacen cosas. Por ejemplo, ayer nos fuimos los amigos (los que se han quedado en Tokyo por vacaciones, que seremos unos 10) y yo a celebrar esas cosas. Lo normal: una peli en el cine, un paseo, una cena en un bar de ninjas... Ah, ¿que vosotros no cenais en bares de ninjas? Pero caramba, si es lo más típico en Navidad. El tío gordo de rojo, los renos, las luces, los regalos... y los ninjas, claro. ¿O no?

Venga, fuera ya de tonterías. Sí, nos marcamos una frikada enorme. Resulta que un par de polacos del grupo (el que se vistió de Papá Noel y el que tiene personalidad múltiple: se cree medio alemán) nos reservaron sitio en un bar ninja, y nos fuimos a cenar ahí. Como era sorpresa y no em entere hasta que llegamos, no me llevé la cámara, pero ya le pediré las fotos a Miki (el polaco loco) y os las enseñaré, que merecen la pena. Salió caro, probablemente lo más caro que he pagado desde que estoy aquí, pero realmente mereció la pena: una cena estupenda, con una docena de pequeños platos, un servicio genial, una ambientación fantástica... En serio: para entrar había que pasar por unos pasillos de piedra con cascadas y tal, y nos iba guiando un tío vestido de ninja que se ponía a hacer técnicas secretas para hacer aparecer puentes y demás. Y luego, lo que era el interior del local era como un laberinto de cavernas. Unos amigos se perdieron al ir al cuarto de baño. En fin, nos lo pasamos genial. Ah, y el precio, aunque algo caro, era hasta divertido: la cena, con unos 10 platos más un plato principal, costaba exactamente 7777 yenes. Si vierais el número que armamos para poder pagar la cantidad exacta...

Bueno, y hoy ha tocado el "Akiba Tour" que Emilio y yo llevábamos planeando desde hacía una semana. Sí, nos hemos pasado el día en Akiba, viendo tiendas de videojuegos. En principio íbamos a ver de todos, incluyendo tiendas de muñecos y electrónica, pero se ha impuesto algo: las tiendas de videojuegos de segunda mano. Esto lo descubrí hace ya tiempo, pero hasta hace poco no me había puesto a explotarlo de verdad. Resulta que hace unos días me fui con Miki al Book Off, del que ya os he hablado, y estuvimos viendo juegos de esos de saldo. Hace ya tiempo que quiero comprarme una Sega Saturn, así que me compré algunos juegos de esa consola, en previsión para cuando me la compre. Bueno, comprenderéis que, a 100Y por juego, merece lla pena dedicarle un día entero a esto. Éste es el resultado.


Algunos pensaréis que estoy loco y que me he pulido una salvajada de pasta en todo esto. Sólo tenéis razón en la primera parte, porque todo esto sólo me ha costado 6500Y. E incluso esto es trampearlo un poco, porque uno de los juegos es una auténtica pieza de coleccionista que me he encontrado por 1500Y, así que si quitamos ese juego, he pagado 5000Y por 35 juegos: 21 de Saturn, 8 de Dreamcast (que ya me compraré en otro momento), 5 de Play y 1 de MegaCD que llevaba buscando años. Ah, y mañana me compraré la consola, que he visto en una tienda por 3000Y, con todos sus cables y un mando. Feliz Navidad, Juan Antonio.

Humor: muy, muy satisfecho. Un personaje famoso: Segata Sanshiro.

sábado, 20 de diciembre de 2008

¡Fure, fure, fure, fure!

Bueno, ayer por fin terminaron las clases. Podría hablaros de lo estresante que ha sido esta semana, en la que hemos vuelto a la tónica de cuando me cambiaron de escuela, con presión para hacer un montón de cosas y demás, pero sólo sería una mala excusa: no he escrito nada esta semana por pura y simple vagancia. Qué le vamos a hacer.

Pero bueno, todo ha terminado. Lo único que queda de cara a la beca es la presentación del lunes, en la que hablaré un poco sobre los uniformes escolares y un mucho sobre el cosplay. Tal y como me recomiendan en los comentarios, hablaré de la influencia que ha tenido en España, porque, al fin y al cabo, la conferencia es para japoneses, así que lo interesante es hablar de Europa. Interesante para ellos, no te fastidia... En fin, que en mi trozo voy a hablar básicamente de dos cosas: de que en la mayoría de las escuelas europeas pasamos de uniformes (aquí los usan desde preescolar hasta la superior, y a veces se los ponen hasta en días de fiesta) y de que en todas partes hay grupos de frikis que se disfrazan de bichos raros. No, no es en plan desprecio. Digamos que es más bien en plan envidioso...

Más cosas: acabado el curso de japonés, ahora me toca seguir por mi cuenta. Como os dije, me he pillado libros de gramática y de lecturas, pero tengo un problema añadido: me voy a Osaka. Sí, no es ninguna sorpresa, pero a lo mejor no todo el mundo sabe que allí se habla un japonés diferente del de Tokyo. Me explico: en la zona de Osaka, Kyoto, Kobe y alrededores (SW de Japón, para entendernos) se habla un "dialecto", por así decirlo, que se llama Kansai-ben. Cuando llegué aquí pensaba que la única diferencia era que usaban un par de docenas de palabras raras y que cambiaban las partículas del final de las frases, las que se usan para indicar el estado de ánimo del hablante. Error. Enorme, de hecho: los muy girados cambian hasta la forma de declinar los verbos. La gramática, gracias a Dios, parece que es la misma, pero un montón de declinaciones verbales cambian salvajemente. No sólo eso: las palabras más diferentes son, como no podía ser de otra forma, las más comunes: gracias, no, comer, hola... ese tipo de cosas. Ésa es la parte mala. ¿La buena? El dialecto en sí es un cachondeo tremendo. En serio: me compré un librito de frases en Kansai-ben para ir aprendiendo (le tengo echado el ojo a uno más serio, pero éste está bien para empezar) y no podía parar de reírme en el metro mientras me lo leía. Para empezar, se pasa el rato metiéndose con los "burócratas estirados de Tokyo y su aburrida forma de hablar". Sincéramente, tras cuatro meses así, no podría estar más de acuerdo. Y encima, algunas de las palabras que usa son muchísimo más fáciles de usar que las de Tokyo, y suenan mejor. Un ejemplo: en japonés normal, "muy" se dice "totemo". Bueno, pues en Kansai-ben, se dice "muccha". Como en español. Bueno, casi. O, por ejemplo, el típico "chigau", que significa "estás equivocado", entre otras cosas, en Kansai-ben se dice "chau". Y, como en Osaka tienen la costumbre de enfatizar las palabras repitiéndolas dos veces, resulta que para decirle a alguien que ha metido la pata, se le dice "chau, chau".

... Realmente, creo que me voy a divertir mucho en Osaka, si los de mi empresa me dejan.

Humor: Contento, por muchas cosas en general. Una canción: Rokkou Oroshi, el himno de los Hanshin Tigers.

sábado, 13 de diciembre de 2008

Finde, para qué te quiero...

Otro día, otro examen. Que ahora los exámenes de la escuela me parezcan más difíciles que el JLPT no puede ser buena señal. En fin, no hay mucho que decir, apenas hay algunas cosas interesantes. La primera, el otro día me fui con Emilio a una librería, a buscar libros de aprender japonés. Él encontró uno que le había recomendado Héctor, que puede que me termine comprando yo también, pero lo que me gustó de verdad fue un libro llamado "Read real japanese", que trae varias historias cortas escritas por escritores profesionales. Para cada historia viene la traducción de los pasajes más difíciles, explicaciones de gramática... de todo. Muy chulo, y otro más para la colección que me leeré cuando me mude a Osaka.

No sé si os he dicho que los vulcanianos tenemos que hacer una presentación cuando acabe el curso. Nos han dividido por grupos, cada grupo escoge un tema, nos lo repartimos entre los miembros del grupo, y el día 22 lo presentaremos en plan profesional, con Powerpoint y todo. Mi grupo hemos escogido como tema "Comparación entre la moda japonesa y europea". Hablaremos de los estereotipos de los países europeos, de las cosas raras que hay en Europa y de las que hay en Japón. A mí me ha tocado hablar sobre los uniformes (escolares y de empresa) y sobre el cosplay. ¿Alguna idea?

Como punto final, un detalle: mañana por la mañana me voy con algunos compañeros a Kamakura, a mirar y tal vez comprarnos un kimono. Deseadme suerte, a ver si encuentro alguno chulo.

Humor: soñoliento. Otra palabra japonesa: "Yasumi jikan", tiempo de descanso, justo lo que me hace falta.

jueves, 11 de diciembre de 2008

Shougakkou de asonde iru

Bueno, tal y como os dije ayer, hoy tocaba una cosa especial: una visita a un colegio de primaria. Se trata de uno de los dos eventos importantes que nos quedan antes de acabar el "curso cultural", así que los organizadores se lo han tomado muy en serio: teníamos que preparar palabras en nuestros idiomas y escribirlas en papeles grandes, con colorines, para enseñárselas a los niños, y también teníamos que preparar juegos infantiles de nuestros países para jugar con ellos.

Tengo que reconocer que, para ser una de las cosas más ridículas que hemos hecho, me lo he pasado genial. Primero nos hemos ido al gimnasio del colegio, donde nos hemos presentado todos uno tras otro, y después les hemos enseñado palabras en nuestro idioma. Había de todo, desde "familia" o "gracias" hasta un cachondo que les enseñó a decir "no hablo español". Si es que somos de lo que no hay... En fin, después de eso nos pusimos a jugar a juegos japoneses, concretamente a la versión japonesa de "ponle la cola al burro", que consiste en ir poniendo a ciegas las distintas partes de la cara en un dibujo: ojos, boca, cejas, mofletes... Luego nosotros les teníamos que enseñar juegos nuestros: llevábamos preparados las sillas musicales, el "1, 2, 3, palito inglés" y una cosa rara que nos ha enseñado nuestro polaco favorito que se hace sentándose en círculo, cruzando nuestras manos y pegándonos palmadas en las rodillas. Al final sólo hemos jugado a ése, pero bueno, ha sido muy divertido.

Después de eso nos hemos ido a comer. Comida de colegio. Sí, es tan malo como suena, pero bueno, no ha estado mal. Luego nos han enseñado el colegio, que tiene un poco de todo: sala de ordenadores, sala de música, una especie de museo del colegio con libros y cosas antiguas... No he sacado fotos del interior, pero si alguno ha visto series de anime que se desarrollen en un colegio, es exactamente igual. En serio.

Luego nos hemos salido al patio de deportes, con sitio para jugar al fútbol, al béisbol... y una piscina. Jo, qué envidia. En fin, que allí hemos hecho dos cosas, una normal y otra surrealista. La normal era sacarnos algunas fotos todos juntos, que espero que nos manden por correo un día de estos. La surrealista era... muy, muy surrealista. Mirad el vídeo y reíros, que no es para menos.


Por cierto, los del vídeo son Bolek, el polaco del que os he hablado antes, y Hannes, el alemán. Han corrido por ahí, han hecho el ridi, se han reído... Lo normal en estos casos. Pero ha habido una cosa que me ha chocado: algunos niños se han despedido de nosotros con un abrazo. Es algo inaudito entre japoneses adultos, lo que me hace pensar una vez más (y van...) en qué diantres les pasa a los japoneses durante su adolescencia para que se conviertan en unos cretinos.

Humor: muy, muy bueno, incluso con la perspectiva del examen doble que tenemos mañana. Otra palabra japonesa, que veo que ha gustado: "Ouendan", que es el nombre que tienen los grupos de animadores.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Puesta a punto

Sí, lo sé, la entrada de ayer no sólo cogió por sorpresa, sino que da miedo leerla de lo larga que es. No la leáis si no hay ganas, no la escribí para que la gente se la leyera. La escribí por lo mismo por lo que escribo todo este blog: porque me sienta bien escribirlo.

Con respecto a lo que os comenté de contaros lo que me ha pasado estas dos últimas semanas, va a tener que esperar a que me ponga al día con los deberes que he ido retrasando para estudiarme el JLPT. Sí, tengo dos semanas de deberes retrasados, y por si eso fuera poco tengo que escribir el informe del mes pasado (tenemos que escribir un informe mensual sobre nuestras impresiones, a ser posible en japonés) y tenemos que preparar una ceremonia de clausura para el curso, y una presentación de cultura europea, y...

En fin, que si a eso le sumamos que hoy he vuelto tarde porque ME APETECÍA (qué gusto da decirlo) darme un descanso, veréis que hoy no hay mucho que decir. Mañana la cosa cambia, porque no tenemos clase. No, no os alegréis: es peor que la clase. Nos vamos a un colegio de primaria. Como lo oís: vamos a enseñarles palabras y juegos europeos a los niños, para que dejen de tenerles miedo a los demonios extranjeros que vienen a llevarse sus almas. Alguno pensará "qué cosa tan inútil". A mí me parece algo bueno: es nuestra oportunidad de dejarles una buena impresión a estos chavales, impresión que a lo mejor no se les olvida cuando crezcan y tal vez lleguen a ser gente importante. ¿Quién sabe? Quizás logremos despertar la curiosidad de alguno de estos chicos, que, francamente, es lo que más les falta a esta gente. Mañana os contaré qué tal ha ido la cosa.

Si es que sigo vivo, claro...

Humor: Ligeramente preocupado. Una palabra japonesa: Isshoukenmei, que significa "con todas tus fuerzas".

martes, 9 de diciembre de 2008

Shinken... darouka...

Bueno, pues ya está hecho. El examen, digo. Y no veáis lo relajado que se queda uno después de salir de la clase, con la expectativa de muchísimo tiempo libre... Nah, es mentira. Ya os contaré, pero, como era de esperar, los de la beca no nos van a dejar disfrutar después del examen. Antes al contrario: habrá que recuperar muchísimo tiempo "perdido". Estos japoneses son la pera. En fin...

Como veréis, hoy es martes. El examen fue el domingo por la mañana. ¿Que por qué no he escrito antes? Mi religión me prohíbe hacer nada que requiera el menor esfuerzo después de un examen tocho, al menos hasta recuperarme completamente. Es mi historia: que se la crea el que quiera. A partir de hoy iré explicando cosas que me han pasado en estas casi dos semanas que he estado sin escribir. No han sido muchas, pero merecen la pena. Por una vez, voy a saltarme a la torera el habitual orden cronológico y voy a empezar por el examen, que no sé si os interesará mucho, pero necesito hablar de él. Y para hacerlo más interesante, nada mejor que algunos cambios, y vamos con el primario que es un cambio de escenario. Éste fue mi domingo, versión "horario".

0700: Me despierto, desayuno, cojo algunos apuntes para repasar en el tren, me compro la comida para el mediodía de camino a la estación.

0800: Cojo el tren para una estación impronunciable, cerca de la cual está la universidad en la que se va a hacer el examen. En la media hora que tardo me repaso el keigo y un par de reglas de gramática chungas, y empiezo a mirarme palabras importantes para ver si se me queda alguna.

0840: Llego a la universidad de Dokkyo, me encamino a mi edificio en busca de mi clase, donde dejo mis cosas en un asiento etiquetado con mi número. Me encuentro con Hannes, el alemán, que como vive en Matalascabrillas del Duque, como yo, también le toca venir a esta universidad. Nos quedamos hablando de lo poco que hemos estudiado y recordándonos algunas palabras importantes.




0945: Empieza el examen. Hay 4 profesores vigilando, cada uno de ellos con tarjetas amarillas y rojas. Nos ponen una cinta de audio con las instrucciones del examen: está prohibido comer y beber, mirar al de al lado, hablar, mascar chicle, los móviles... Con cada instrucción, los profesores muestran una tarjeta, amarilla o roja, dependiendo de lo grave de la infracción: amarilla, aviso; roja o dos amarillas, expulsión. Tras un cuarto de hora de rollo y tras repartir cuadernillo de preguntas y hoja de respuestas, comienza la primera parte del examen propiamente dicho, que va de kanjis y vocabulario, y que durará hasta las 1035. Es tipo test, así que las respuestas se marcan en una hoja de esas con circulitos que hay que rellenar con lápiz. Cuatro opciones por pregunta y no descuentan por respuestas incorrectas. Primera regla: respóndelo todo. Aunque no lo sepas, tienes un 25% de probabilidades de acertar.

1010: Pausa para partirme de risa con una de las preguntas. Completa el siguiente texto: "Estoy resfriado, así que me duele..." a) la garganta. b) la voz. c) la barba. d) el pelo. Como dice Hannes, resulta gracioso si conoces las palabras, pero más de uno no se habrá reído mucho.

1035: Se acabó esta parte. 15 minutos para recoger las hojas de preguntas y respuestas, y como te pillen escribiendo después de que digan "se acabó el tiempo" te ponen en la calle. Tras 10 minutos para comentar la jugada, volvemos a clase, listos para enfrentarnos a la parte más temida del examen: el "listening".

1115: Nos vuelven a poner la cinta de las reglas del examen y a enseñarnos las tarjetitas, por si a alguien se le había olvidado que no se puede mascar chicle. Entramos en la única parte del examen en la que no hay prisa por responder, porque el examen dura lo que dura la cinta que va hablando. Esta parte se divide en dos: la primera tiene apoyo visual por el cuadernito, que tiene dibujos (4 por pregunta) y hay que elegir el correcto. Una vez más, el cachondeo que se respira en el ambiente crece considerablemente cuando llegamos a ciertas preguntas (un perro y un gato peleándose, en el que hay que escuchar para ver quién está mordiendo a quién, por ejemplo). Después de esa parte hay que hacer otra, más larga, sin dibujitos, en la que te dicen una pregunta, te sueltan un rollo, y luego te dan 4 respuestas. En esta parte tienes que marcar tanto la correcta como las 3 incorrectas, supongo que para evitar que algún vivo espere a que los demás pongan su respuesta y así saber cuál es la buena. Tras acabar, y tras otro cuarto de hora recogiendo papeles, salimos a comer.

1240: Hannes y yo nos hacemos amigos de una roca que está convenientemente al sol, sobre la que comemos. Creedme, el sol se echa mucho de menos en este país, y no sólo porque salga poco, sino porque aquí se toman lo de trabajar "de sol a sol" al pie de la letra. Aquí, lo normal es entrar a trabajar cuando está amaneciendo y salir del trabajo cuando ya ha anochecido (a las 1730 ya es de noche por estas fechas). Nos tronchamos de risa con algunas cosas del examen, pero enseguida nos cansamos y nos ponemos a hablar de juegos de la DS. Hay que ver, cuánta presión por el examen...

1310: Preparados para la tercera parte, gramática y comprensión, que dura y puntúa el doble que las otras dos. Los profesores nos sorprenden con una nueva explicación sobre las tarjetitas y el chicle. Creo que lo hacen para desconcertarnos porque nos dormimos durante el rollo y así no nos damos cuenta de cuándo hay que empezar el examen. Eso, o los japoneses piensan que los extranjeros son retrasados mentales. Me temo la respuesta... Me sorprendo ante algunas paradojas, como una pregunta de keigo en cuya respuesta no hay que usar keigo, o un texto que no hay que leer completamente para responder a las preguntas. En serio, nos lo han puesto fácil este año.

1435: Acabo el examen con tiempo de sobra para repasar algunas preguntas. Tras otro interminable rollo de recogida de papeles, nos dejan irnos a casa. Cuando estoy de camino llamo a un amigo para preguntarle qué tal le ha salido, y me dice que hay una quedada para ir a un karaoke en plan celebración. ¿Qué le vamos a hacer? Habrá que hacer un esfuerzo...

1710: Llego a nuestro amigo Hachiko, el perro de Shibuya, y nos vamos a un karaoke. Desde que descubrimos que antes de las 7 de la tarde están tirados de precio, mola mucho más. Nos tiramos allí una hora, y luego algunos nos vamos a hacer tiempo, primero a un UFO Catcher (los juegos esos de coger cosas con la grúa), luego a una librería, y luego a cenar. Sobre las 10 me vuelvo a casa, donde entre unas cosas y otras se me hacen la 2 de la mañana hablando con familia y amigos. "Y mañana es lunes", pienso. "Y qué más da", me respondo.

Humor del momento: Sorprendentemente satisfecho. Una melodía: la que te ponen en medio del "listening" para relajar los nervios, que parece un cruce entre un timbre de teléfono y un crío tocando su piano "casio".

martes, 2 de diciembre de 2008

Hola y hasta pronto

Bueno, como veis, no estoy actualizando para nada. Los que me conocéis ya sabéis que, ante un examen, tiendo a enclaustrarme y dedicarme únicamente al estudio. Parece ser que la versión vulcaniana de esto consiste en no actualizar el blog. Lo siento.

Lo bueno es que queda menos de una semana hasta el día J, y a partir de ese momento volveré a mi antiguo ser lleno de cosas interesantes y ridículas que contar cada día, o eso espero. De todas formas, os diré que no estamos haciendo nada que merezca la pena comentarse: desde el jueves pasado las clases han entrado en una rutina incluso mayor que la que teníamos antes. Ahora, de las 5 horas de clase, las dos primeras son un resumen frenético de la gramática que, en principio, nos ocuparía casi todo el día. Después de comer hacemos un JLPT de algún año anterior, y para finalizar vemos algún trozo de gramática avanzada. Empezamos con el keigo, pero cuando se nos acabó empezamos con pasivas, imperativos y cosas así. De todas formas, quiero comentar (o más bien, necesito comentar) que hasta ahora no he bajado de 54% en ninguna de los exámenes que he hecho. Guardaos los aplausos: se necesita un 60% para aprobar. De todas formas, la mayoría de mis fallos se deben a que no entiendo la preguntas, así que estoy dedicando mi tiempo por igual a hacer exámenes y a mejorar vocabulario, todo ello aderezado con ratos de escuchar japonés a velocidad nativa. Aprobar, no sé si aprobaré, pero aprender, estoy aprendiendo una barbaridad.

Humor: satisfecho. Un juego (para relajarme): Phoenix Wright.

PS: Ya sé que no viene a cuento, pero Héctor, uno de los dos del grupo que se presenta al nivel 2 (que es muchísimo más difícil que el 3), ha hecho hoy un examen de prueba de su nivel. Ha sacado mejor nota en su nivel 2 que yo en mi nivel 3. Necesitaba comentarlo, para que si alguno visita su blog no se olvide de darle ánimos y felicitaciones a partes iguales.