martes, 6 de enero de 2009

¿Y mis globos? ¡Quiero mis globos!

Día de Reyes... Ay, cómo se echan de menos algunas cosas. Y de eso ha tratado el día de hoy, de echar cosas de menos. O, al menos, esa es la sensación que me ha dejado, porque en realidad el día ha sido de todo menos relajado. Pero empecemos por el principio, que la historia tiene miga.

Me he venido a Osaka en Shinkansen, lo que en la piel de toro llamamos "tren bala". Salía de la estación de Tokyo a las 9:30, y me he levantado a las 6, con tiempo de sobra. Así y todo, casi no llego.

Resulta que, una vez terminado de hacer el equipaje, me di cuenta de que había sobreestimado salvajemente mis fuerzas, y he tenido que mandarme a mí mismo un par de bultos. Hablemos del sistema de correos japonés... Hoy ha quedado demostrado que la incompetencia de Correos es una constante universal; lo único que cambia es la distribución de esa incompetencia. En España fallan durante el envío; aquí fallan antes de enviar. Para que os hagais una idea de la estupidez: he mandado dos paquetes, uno de 5kg y otro de 14kg. El de 14, ningún problema. El de 5, dicen que pesaba demasiado.

Lo sé.

En fin, que me he tirado cerca de 45 minutos hasta que he podido enviar eso, y luego he tenido que volver a la residencia, coger el resto de mis bultos y llegarme a la estación. Tras dos trasbordos y varias piernas rotas (por suerte, las de otras personas) he llegado al andén del Shinkansen 3 minutos antes de que saliera. Viva yo, caramba. Rendido como estaba, me he pasado durmiendo casi todo el viaje, pero he grabado esto, para que veáis parte del Japón rural.


Cuando he llegado a Osaka, las cosas han empezado a ir rodadas. La verdad, me ha dado la impresión de que Tokyo me odiaba tanto que quería hacerme la puñeta una última vez antes de irme, pero Osaka me ha recibido con los brazos abiertos y con un puesto de información con una chica muy simpática que me ha dado montones de panfletos y mapas de la ciudad. Luego, al trabajo.

Una vez en la empresa, me han mostrado mi puesto, me han asignado a un supervisor (un tipo la mar de simpático que sabe menos inglés que mi madre, pero menos es nada), y me han acompañado a mi nueva casa. ¿Sabéis lo que es una "mansion" o "manshon" japonesa? Pues yo vivo en una. Mirad, mirad.



Lo bueno: el piso es más grande que el de Tokyo, tiene cocina, aseo, baño, lavadora privada y una especie de secadora. No tengo cama, pero me dan el futón, así que no tengo que comprármelo. Eso sí, tendríais que ver el sitio donde se duerme. Miradlo: es ahí arriba.


Lo malo: tengo casi de todo, pero me falta algo muy importante en una casa como ésta: una aspiradora. Veré si los de la empresa me pueden conseguir una, o si no, tendré que comprármela, porque vivir sin aspiradora en una casa con moqueta es un suicidio. Y si se es tan guarro como yo, más. Ah, y un detalle malo más: estoy en una zona residencial, así que apenas hay tiendas alrededor de mi casa, y las que hay están caras. De todas formas, en cuanto pueda me pondré a explorar los alrededores: tiene que haber algún sitio bueno donde comprar cereales y fruta. Os mantendré informados.

Humor: Morriñoso. Una canción: "El chacachá del tren", de El Consorcio.

PS: La morriña viene por dos cosas que me he encontrado volviendo a casa del super: un perrito en medio de la calle (echo de menos al mío) y el olor de comida casera saliendo de una de las casas. Comida casera japonesa, pero casera al fin y al cabo. Bueno, ahora tengo cocina: a ponerla a buen uso.

2 comentarios:

Esteban dijo...

El vídeo es muy curioso. Si te quedas mirándolo fijamente, hay momentos en los que entras en trance (sobre todo la parte de la estación). ¿No habrás metido publicidad subliminal?
P.D.: ten cuidado cuando te levantes para ir al baño.
P.D.: conozco personas no muy lejanas que han logrado convivir en perfecta armonía con las pelufas de las moquetas.

Arreis O'Neil dijo...

El vídeo no necesita publicidad subliminal. ¿No te he dicho que me quedé frito? ¿Por qué te crees que era? ;)

Y respecto a la pelusa de las moquetas... no sé si sentirme aliviado o asqueado. O ambas cosas :P