jueves, 16 de julio de 2009

Prólogo: un poco de historia (actualizado)

Lo siento, pero es necesario para entender lo que sigue. Prometo resumir mucho. Bueno, no sé si sabéis que Japón es un país que, durante muchos años, ha tenido poco o ningún contacto con otros países. Para empezar, es una isla, y hace tiempo era difícil viajar a y desde Japón. Además, Japón no es que haya sido un modelo de buena conducta con sus países vecinos: ha intentado invadir, con más o menos éxito, China, Corea, Vietnam y nosecuántos sitios más. La razón es obvia: los japoneses son muchos y no caben. Pero el caso es que no se llevaban muy bien con sus vecinos, y el partido que tomaron en la segunda guerra mundial terminó de dejarlos en mal lugar. Precisamente por eso, tras la segunda guerra el país cerró sus fronteras, y no tuvo contacto (oficial) con nadie de fuera durante muchos años. Pensad en ello. ¿Creéis que los españoles soportarían vivir sin noticias del extranjero, sin poder salir de sus fronteras, sin saber nada del mundo exterior, durante varios años? Además, Japón estuvo aislado del exterior (salvo algunos mercaderes holandeses que quedaron recluídos en Nagasaki) durante algo más de 200 años. El objetivo original era evitar la entrada de los jesuítas en el país, pero la consecuencia práctica fue que el país estuvo, de hecho, completamente aislado del exterior desde 1641 hasta 1853: nadie podía entrar o salir del país, bajo pena de muerte. Como nota curiosa, parece ser que un capitán español le comentó a un señor feudal japonés que España se valía de los sacerdotes para sus conquistas. De ser cierto, podríamos echarle al culpa a España del aislamiento de Japón... mejor no comentarle esto a mis compañeros de trabajo, por si acaso.

Para evitar revueltas Tras la segunda guerra mundial, el gobierno japonés hizo una reforma en la educación que básicamente venía a enseñar a los niños dos cosas muy concretas: que Japón es el mejor país del mundo (y por tanto podemos ignorar al resto), y que ningún japonés es mejor que otro. Esto choca un poco con la mentalidad japonesa, muy jerarquizada (mi padre, mi jefe, incluso mi vecino que me saca 5 años son superiores a mí, por una u otra razón). Vale, choca mucho. Muchísimo. De hecho, son pensamientos totalmente opuestos. El resultado es que el japonés medio vive en constante lucha mental por tener un cierto nivel de individualidad, por ejemplo comprando ropa especial, colgantes para el móvil, y cualquier otra cosa que le haga destacar en la multitud, pero mientras tanto es bombardeado por la sensación de que el sistema "comunista" (todos iguales bajo el mando de uno) es el correcto. Ésta es sólo una de las muchísimas contradicciones que llevan los japoneses en la cabeza.


En la práctica, esto lleva a cambios muy bruscos de mentalidad. Por ejemplo, los adolescentes japoneses son rebeldes, inconformistas y adictos a la juerga (como en todas partes). Sin embargo, a los 18 años el japonés debe ponerse a trabajar (o entrar en una universidad, que es dificilísimo en Japón), porque no hacerlo es una deshonra para su familia (no es broma). En cuanto entra en su empresa, la sensación de estar rodeado de superiores se impone, y no importa lo rebelde que fuera, se convierte en un corderito nada más entrar por la puerta. Le llevará varios años de trabajo poder adquirir suficiente confianza con sus compañeros para poder tratarlos como iguales, si es que lo consigue alguna vez.

Espero no haberos aburrido mucho. A partir del próximo post, comenzamos con temas concretos del día a día de un japonés.

Humor: con prisas. Un juego: "Streets of Rage Remake".

PS: Ayer me gasté 25000 yenes en mandar cosas a España, y aún me falta la mitad. Realmente creo que he comprado demasiado...

5 comentarios:

Luis dijo...

Es verdad, pero en la universidad se nota más a partir de cuando entran en el master. En los primeros años hay mucho rebeldillo (lo puedes ver en el campus de Hiyoshi), pero luego la cosa se vuelve en algo que debe ser muy parecido a lo que tú estás viviendo en el trabajo.

DrJones dijo...

Yo he visto el cambio que pegan de ir con el pelo tintado de azul a vestir traje y corbata, y es que parecen otra persona.

Por cierto, ya que estás hablando de la personalidad de los japoneses, no he podido evitar darme cuenta de que el kanji de 'amabilidad' es el mismo kanji que usan para 'actor'. ¿Revelador, no? ;-)

Miriam dijo...

¿Crees acaso que España no ha estado aislada nunca del extranjero? :-P

Arreis O'Neil dijo...

Luis: ¿En serio? Yo me imaginaba que, con lo que les cuesta entrar, se volverían más formalitos... Lástima que ya estemos en verano, me podría pasar por allí a cotillear ;)

DrJones: Pues nunca me había fijado, pero ahora que lo dices...

Shinigami: Si lo dices por la época franquista, no es lo mismo. No puedes comparar a un país aislado desde fuera con uno que se autoaisla del exterior. España se interesaba por lo que había fuera a pesar de los esfuerzos del resto de países; Japón se esforzaba por NO interesarse. Es distinto.

Luis dijo...

Hace un par de semanas estaban organizando un concurso de misses entre los edificios de la universidad, con eso te lo digo todo :P.