viernes, 24 de julio de 2009

Tema 1: El trabajo

Por supuesto, cada compañía es diferente. Las hay muy europeas (incluso llevadas por europeos), las hay normalitas (tipo gran empresa española), y luego hay otras como la mía, muy tradicionales. ¿Que qué quiero decir con "tradicional"? Para empezar, los uniformes. Todo el mundo va vestido de igual forma, jefes incluidos. ¿La razón? Que todo el mundo se sienta integrado, parte del equipo. Sin embargo, el hecho de que todos los jefes se sienten en línea, en un lado de la habitación, y con sus mesas apuntando al resto del personal, como que se carga la imagen de igualdad. Además de eso, las empresas tienen ciertas políticas muy estrictas, desde la hora y el tiempo designado para comer (en el comedor de la empresa, por supuesto) hasta qué ventanas se pueden abrir y cuáles no.

Los departamentos tienen poca o ninguna opinión acerca de cómo se deben regir, el director simplemente sigue los pasos de su predecesor. Y algunos de esos pasos son especialmente curiosos. En mi departamento, por ejemplo, hay un programa para fomentar la comunicación entre los empleados. Lógicamente, por estar tan jerarquizados como están (y tan ocupados, todo hay que decirlo), casi no hablan en el trabajo, e incluso en la hora de comer se habla poco y las risas son casi siempre forzadas, pero alguien decidió en su día que hay que comunicarse, así que todas las semanas, alguien del departamento se pone delante de todos los demás y cuenta "algo que le haya ocurrido". A veces es algo realmente interesante, como una vez que el hijo de uno pasó una gripe fortísima, o cuando alguien fue a un parque de atracciones o a un viaje, pero dado que casi no se conocen entre ellos, muchas veces el interesado simplemente habla del trabajo que está haciendo en la empresa. Sí, lo sé, es muy triste.

Otro detalle de las empresas tradicionales es el Taiso, que viene a ser una pequeña tabla de estiramientos que se hacen con música de fondo. No es mala idea, pero hay un par de cosas que lo hacen odioso. Para empezar, se hace todos los días a la misma hora, normalmente a la entrada del trabajo, quieras o no. Para seguir, algunas compañías (sí, la mía entre ellas) lo hace varias veces al día, a las mismas horas. Para terminar, siempre usan la misma música y hacen los mismos ejercicios. Pensad lo que es eso: todos los días, a las 9:00, las 10:30 y las 13:30, suenan los cuartos del Big Ben, una voz anónima te dice "Hoy también, todo el mundo a hacer Taiso para estar sanos", y empieza a sonar una musiquilla estridente durante 3 minutos. Y eso no es todo. La música es la misma en todo Japón. Sí, efectivamente, podéis ir a cualquier empresa japonesa en la que se haga Taiso, y la grabación es la misma. Ah, y a veces, tras el Taiso, se oye por megafonía un anuncio sobre algo, que puede ser la política de limpieza de la empresa, un anuncio sobre buena educación (ya os hablaré de esto otro día) o un anuncio sobre el siguiente partido de voleibol de la empresa. Y, cuando el anuncio se tiene que repetir durante varios días, o incluso cada día durante varias semanas, no lo graban: la misma mujer lo lee todos los días, en el mismo tono y con las mismas palabras. Os lo juro, creía que era una grabación hasta que un día se le trabó la lengua.



Humor: expectante. Un deporte nacional: subir el monte Fuji.

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